Los estereotipos físicos impuestos por la sociedad hacen que muchas de nosotras lo pasemos mal. Yo por mi parte comencé a maquillarme desde los 15 años aproximadamente. Creo que al principio nació como un juego, pero luego se convirtió en algo del día a día, de no poder salir a la calle sin llevar una capa de base y al menos un delineado de ojos que me otorgara seguridad. Odiaba que la gente me viera sin maquillaje, odiaba mis rojeces y las marcas de alguna espinilla vieja, sólo quería una piel lisa no importaba a costa de qué.
Cada mañana me disponía a ocultar mis imperfecciones y a salir a la calle con una máscara sobre el rostro.
Ya no paso horas viendo tutoriales de maquillaje en Youtube, ni horas en las tiendas vitrineando iluminadores, polvos compactos, translucidos, primer de ojos, rostro y labios ni paletas de counturing lastimando no poder comprar las más caras que mis youtubers favoritas obtienen por canje.
Al principio no todo fue fácil, primero tenía que lograr que la gente que me había visto toda una vida con la cara cubierta de tantos productos no se impresionara al ver mi cara como realmente es y aunque fue un proceso que sólo duró un mes, hoy me encanta levantarme, lavar mi cara y sólo aplicarle una crema hidratante con factor de protección solar y salir así, sin más.
Sí, hay días en que opto por un delineado o un poco de máscara de pestañas, pero aún así mi look es mucho más natural a como era antes.
Claro está que cada quién es libre de usar maquillaje, pero ojalá todos pudiésemos experimentar la sensación de sentirnos seguros sin la necesidad de cubrir nuestro rostro, pues cuando al fin del día tomamos una toalla desmaquillante y arrasamos con todo vestigio de lápiz labial, sombra o rubor es cuando más vulnerable nos sentimos, pero también cuando más reales somos.
Hoy en una época donde cada vez se aplican más productos para lograr la “perfección” que vemos en revistas y alfombras rojas del mundo, también hay una contraparte que no hace tanto ruido, que no logra que las grandes marcas vendan sus productos, pero que apuesta por volver a lo natural y a la aceptación de cada uno como somos, se trata del movimiento #NoMakeUp impulsado por muchas pero que en un momento vio su auge y a su figura más potente en la cantante Alicia Keys que como figura musical y pública inspiró a otras a sentirse bien sin llevar tantos productos en el rostro.
Hoy me siento bien, me siento linda con o sin maquillaje, me siento bien de mostrarme al natural, de no tener miedo al paso de los años, a las marcas, a las imperfecciones.
Todo empezó cuando la gente comenzó a decir “al natural también eres bonita. Eres más bonita de hecho”. Ahí fue cuando recuperé una seguridad que sólo tuve cuando niña, cuando nada importaba.
Hoy me miro al espejo y me veo imperfecta, pero también me veo real, veo lo que soy sin más, me veo a mi misma y no a una yo tapada bajo tantos productos creyendo que eso me hará mejor. Hoy me he despojado de un disfraz que en realidad cansa tanto llevar y que no sirve para nada más que para intentar calzar en una sociedad que te impone llevar maquillaje, que te impone comprar marcas caras, que te impone imitar a otras y dejar de ser tú.
Cada mañana me disponía a ocultar mis imperfecciones y a salir a la calle con una máscara sobre el rostro.
Hoy a mis 30 años y justo cuando tengo más ojeras que en toda mi vida, acabo de recuperar una seguridad que creo al parecer no tuve nunca antes.
Ya no paso horas viendo tutoriales de maquillaje en Youtube, ni horas en las tiendas vitrineando iluminadores, polvos compactos, translucidos, primer de ojos, rostro y labios ni paletas de counturing lastimando no poder comprar las más caras que mis youtubers favoritas obtienen por canje.
Al principio no todo fue fácil, primero tenía que lograr que la gente que me había visto toda una vida con la cara cubierta de tantos productos no se impresionara al ver mi cara como realmente es y aunque fue un proceso que sólo duró un mes, hoy me encanta levantarme, lavar mi cara y sólo aplicarle una crema hidratante con factor de protección solar y salir así, sin más.
Sí, hay días en que opto por un delineado o un poco de máscara de pestañas, pero aún así mi look es mucho más natural a como era antes.
Claro está que cada quién es libre de usar maquillaje, pero ojalá todos pudiésemos experimentar la sensación de sentirnos seguros sin la necesidad de cubrir nuestro rostro, pues cuando al fin del día tomamos una toalla desmaquillante y arrasamos con todo vestigio de lápiz labial, sombra o rubor es cuando más vulnerable nos sentimos, pero también cuando más reales somos.
Hoy en una época donde cada vez se aplican más productos para lograr la “perfección” que vemos en revistas y alfombras rojas del mundo, también hay una contraparte que no hace tanto ruido, que no logra que las grandes marcas vendan sus productos, pero que apuesta por volver a lo natural y a la aceptación de cada uno como somos, se trata del movimiento #NoMakeUp impulsado por muchas pero que en un momento vio su auge y a su figura más potente en la cantante Alicia Keys que como figura musical y pública inspiró a otras a sentirse bien sin llevar tantos productos en el rostro.
Hoy me siento bien, me siento linda con o sin maquillaje, me siento bien de mostrarme al natural, de no tener miedo al paso de los años, a las marcas, a las imperfecciones.
Todo empezó cuando la gente comenzó a decir “al natural también eres bonita. Eres más bonita de hecho”. Ahí fue cuando recuperé una seguridad que sólo tuve cuando niña, cuando nada importaba.
Hoy me miro al espejo y me veo imperfecta, pero también me veo real, veo lo que soy sin más, me veo a mi misma y no a una yo tapada bajo tantos productos creyendo que eso me hará mejor. Hoy me he despojado de un disfraz que en realidad cansa tanto llevar y que no sirve para nada más que para intentar calzar en una sociedad que te impone llevar maquillaje, que te impone comprar marcas caras, que te impone imitar a otras y dejar de ser tú.
Fantástico..... comparto plenamente que el maquillaje no debe ser algo permanente o de que dependamos... ejemplo, escuchaba en la farmacia una joven comprando una tijera para encrespar las pestañas y decía... " debo verme presentable para atender a los clientes...." muchas veces yo misma sin tener las ganas me he maquillado por que tengo que ir al SII..... la verdad es que no lo necesito y no me gusta en exceso ...creo que un poquito de labial y algo en las pestañas y ya estamos listas !!!!
ResponderEliminarAhora pienso igual antes me echaba capas enormes de base y mi piel no respiraba. Ahora me basta con delinearme los ojos y algún bálsamo labial para que no se sequen los labios. La dependencia del maquillaje es terrible porque si no lo llevas no te sientes ni cómoda ni bonita y te gastas mucha plata en cosas que no necesitas.
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