La construcción sustentable es algo que estoy conociendo de cerca, pero de lo que hace un año no podría haber escrito.
Si bien el hecho de llegar a conocer esta área de la construcción y arquitectura forma parte de mi vida personal, la verdad es que este mundo me ha maravillado y es realmente satisfactorio saber que son muchos más de los que creemos quienes están interesados en llevar a cabo una revolución en la forma de construir, aunque cueste, porque hoy todo esta supeditado al sistema que nos ha hecho creer que la construcción con cemento, ladrillos y otros materiales que venden en grandes tiendas del área y por los que cobran muy bien son la única forma de llegar a tener nuestra casa propia. Pero no.
De Tecnicismos no sé, pero es increíble ver como una casa se levanta con palets, coligües, paja y barro y que esta no tiene nada que envidiarle a las hechas con hormigón, es más son las de hormigón las que deberían envidiar a estas casas que además de ser hermosas cumplen funciones increíbles con sus materiales que mantienen la temperatura adecuada en verano e invierno, lo que disminuye el gasto en calefacción y ventilación, que alejan por sus características la humedad y que pueden ser auto-reparables en caso de algún evento natural. Incluso en caso de incendio y aunque parezca imposible, si la paja está bien amontonada resiste tanto como otros materiales certificados.
Me parece además algo mágico construir mezclando elementos de los que nos provee la propia naturaleza y que están en todos lados.
Esta forma de construir ha sido utilizada por miles de años y aún encontramos en muchas partes de Chile casas de adobe y otras construcciones similares que han soportado el paso del tiempo, el deterioro e incluso los diversos terremotos de nuestro país.
El pasado fin de semana tuve la oportunidad de ser parte de un curso de barro dictado por quienes conforman Estudio Terra quien en sus bases se ha planteado construir sustentablemente demostrando que por una parte los elementos para construir están mucho más cerca de lo que pensamos y que se pueden abaratar costos en materiales dejando un poco de lado lo que nos ofrece Sodimac o Easy y que ese dinero puede emplearse perfectamente en la mano de obra, lo que siempre será importante.
Estuve encantada, aunque ya lo había hecho antes, de con agua y tierra arcillosa preparar muestras con diversos colores que se obtienen de la tierra, de ver como los grupos de personas preparaban y aprendían a hacer barbotina para mojar la paja que iba dentro de palets cruzados de forma diagonal por coligües, de ver como entendían lo que era el revoque grueso, el revoque fino y las grillas que en realidad no sabría definir con precisión, pero que ahora si sé en la práctica lo que son. Sin duda fue un curso muy divertido en la Casa Mirador, camino a Santa Juana, más precisamente en un fundo llamado El Llano donde emerge el último proyecto de vivienda de Estudio Terra, que además de los materiales nombrados anteriormente, también está siendo construida con madera reciclada.
En definitiva la construcción sustentable es un mundo por descubrir del que ojalá muchas más personas se hicieran parte, pues de alguna forma es una manera de cambiar algo en el mundo, la visión que se tiene hoy de lo que es construir instándonos a una mucho más amigable con el medio ambiente que aprovecha aquello de lo que la naturaleza misma nos nutre.
En definitiva la construcción sustentable es un mundo por descubrir del que ojalá muchas más personas se hicieran parte, pues de alguna forma es una manera de cambiar algo en el mundo, la visión que se tiene hoy de lo que es construir instándonos a una mucho más amigable con el medio ambiente que aprovecha aquello de lo que la naturaleza misma nos nutre.
Espero poder incursionar más en este mundo maravilloso a través de personas que aman lo que hacen y que tienen una gran conciencia social y medioambiental.
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